Cuando el miedo invade la ficción
Anónimo
Lo único en nuestra individualidad que nos define como seres humanos, es no perdernos como un ser sin rumbo en una finalidad material.
En la vida real no se puede permitir uno perder la ilusión, sino todo lo contrario, luchar por ella. Por decirlo de una manera, encontrar nuestro pedazo de pastel en la mesa que se sirve, sea material o inmaterial.
Aunque para muchos de nosotros, ni si quiera la harina llega.
Hoy, en este momento y ahora, nadie puede definir su ilusión sin visualizar el cambio de gobierno.
Esto es indudable.
En esta lógica, como no llega la realidad que visualizamos, porque de facto, nadie es responsable de toda la vorágine política y social en la que vivimos.
La realidad política, es que vivimos entre de dos partidos de facto gobernando.
Ante esto, no podemos perdernos en la realidad de sus verdades y acciones políticas.
Si no, perdemos nuestras ilusiones de vida.
Complicado.
Muy complicado.
Sin embargo, la realidad de los políticos, para mal es parte de nuestra realidad, y creo que a nadie le gusta.
Sólo que una parte del imaginario social lo piensa, que la realidad ahora va a ser diferente. Esperemos que así sea por bien de todos.
La noche política aún es joven, esperando que el amor de uno invada su lógica política, y del otro lado por el bien de todos, aún seamos prudentes al final del sexenio.
Sin embargo, algunos matan y roban, y otros aman y quieren.
Esta es la realidad de este país, hoy.
Martin Álvarez Conde *
